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Presión correcta en neumáticos de bici de carretera

Una presión incorrecta en nuestros neumáticos puede hacer inútil toda la tecnología de nuestra bici y echar a perder el mejor de los entrenamientos, además de comprometer nuestra seguridad.

Los neumáticos son el punto de contacto de la bici con el terreno e inciden de forma notable en su comportamiento y en el rendimiento final del ciclista. El primer paso es elegir los más adecuados para lo que os recomendamos leer este otro artículo en el que explicamos  Cómo elegir los neumáticos para nuestra bici de carretera.

Pero, una vez elegidos, es igualmente importante poner la presión adecuada por la capacidad que tiene de modificar el comportamiento de los neumáticos: aumentar la presión reduce la deformación del neumático y, como consecuencia, el rozamiento, haciendo que la cubierta sea más rápida, pero con menos agarre y menor comodidad. Una presión alta impide que el neumático se adapte al terreno y cualquier irregularidad nos hará rebotar. Presiones más bajas, al contrario, aumentan el agarre y la comodidad, en detrimento de la velocidad. Tendremos que buscar un punto de equilibrio que dependerá de varios factores como el peso del ciclista, el tipo y ancho de los neumáticos o el estado del terreno por el que vamos a circular. Vamos a analizar cada uno de estos factores con una especie de hoja de ruta en la que iremos definiendo nuestras necesidades para concluir con la presión adecuada en cada caso.

Presión según el peso del ciclista: aproximación

Para hacer una primera aproximación, vamos a partir de una norma generalmente aceptada para calcular la presión de los neumáticos en bicis de carretera: la regla del 10%, que recomienda poner este porcentaje de nuestro peso corporal en la presión de las ruedas en kilos o en bares, que es prácticamente lo mismo. La diferencia entre estas dos unidades no es significativa para la precisión requerida en este caso. Y, para convertir estas medidas en Psi (libras por pulgadas), solo tenéis que multiplicarlas por 14,5. En la siguiente tabla, tenéis las equivalencias en el rango habitual de presiones para cubiertas y tubulares de carretera.

Esta regla es una aproximación que tenemos que personalizar, según nuestras circunstancias, y siempre respetando los límites de presión mínima y máxima que marca el fabricante. En general, no se recomienda bajar de los 6 kilos de presión, aunque el ciclista pese menos de 60 kg, ni superar los 8,5 – 8,6 bares, salvo con tubulares o cubiertas especiales, como veremos después. Pero insistimos en que lo recomendable es respetar los límites marcados por el propio fabricante.

Presión según el terreno y el tipo de neumático: personalización

El ancho de los neumáticos es el primer factor de personalización, pues un neumático más ancho, requiere de menor presión para mantener su huella sin deformarse. En este otro artículo sobre el Ancho de los neumáticos de carretera profundizamos más en este análisis.

Por nuestra experiencia y preferencias personales, el 10% de nuestro peso corporal en bares lo aplicamos a las cubiertas de 25 mm, con 0,5 bares más en la rueda trasera que soporta en torno al 60% de nuestro peso corporal. En cubiertas de 23 mm, recomendamos subir la presión entre 0,3 y 0,5 bares, en las mismas circunstancias, según el peso del ciclista, y bajar en estos mismos porcentajes con neumáticos de 28 mm. Estas recomendaciones que os acabamos de dar serían para carreteras secas y con buen firme, donde vamos a tener buena adherencia.

Por terrenos irregulares o húmedos, es recomendable bajar las presiones al menos 0,5 bares, llegando a bajar 1 bar si vamos a transitar por terrenos muy accidentados, tierra, adoquines o con lluvia constante, y hasta 2 bares cuando se trate de tubulares que se lleven con presiones por encima de los 9 bares. La menor presión nos dará más agarre y hará que los neumáticos amortigüen buena parte de los impactos y vibraciones. Y, si transitamos muy a menudo por este tipo de terrenos, es muy recomendable usar neumáticos de 28 mm.

Peter Sagan y Specialized Paris-Roubaix 2018

Un error bastante habitual entre los ciclistas de carretera es poner presiones demasiado altas, para alcanzar más velocidad. Pero la diferencia de rendimiento que se obtiene es menor de lo que pensamos, con respecto a las presiones recomendadas, y no suele compensar el riesgo de perder adherencia y pinchar con más facilidad, ni la renuncia a una mayor comodidad. Además, en terrenos muy irregulares, una presión demasiado alta puede llegar a penalizar la velocidad, pues los neumáticos no dibujan el terreno y van tropezando y rebotando continuamente, frenando la bici.

Las cubiertas tubeless (sin cámaras) nos permiten llevar menos presión, porque los flancos están reforzados y tienen mayor resistencia a la deformación. Podemos llevar sin problemas en torno a 0,5 bares menos de presión que en los neumáticos con cámara.

Los tubulares, que siguen siendo los más utilizados por los profesionales en competición, permiten llevar presiones muy altas que mantienen el neumático sin apenas deformación y con muy baja resistencia a la rodadura. Su especial composición hace que, aún con esas presiones, sean cómodos y resistentes a los pinchazos. Pero la dificultad de su montaje y, sobre todo, para su reparación en ruta, limitan su uso fuera de la competición.

Teniendo en cuenta todos estos factores, podéis ir perfilando la presión más adecuada para las ruedas de vuestra bici de carretera en cada momento, pero la mejor referencia será siempre vuestra experiencia. No tengáis miedo de probar distintas presiones, sin asumir riesgos innecesarios y siempre sin salir de los límites recomendados por el fabricante.

Cómo inflar y medir la presión correcta de las ruedas de carretera

La alta presión de los neumáticos de carretera no se puede alcanzar con cualquier bomba y no es recomendable fiarse del tacto. A partir de cierta presión, no será fácil percibir las diferencias simplemente presionando con los dedos, como hacemos con las cubiertas de montaña, por ejemplo. Para medir correctamente, necesitaremos un manómetro que puede estar incluido en la bomba o en un dispositivo independiente.

Para alcanzar las presiones recomendadas en los neumáticos de carretera necesitaremos un sistema de de inflado que supere los 10-11 bares de presión máxima. Esto lo conseguiremos fácilmente con bombas de pie, compresores y bombonas de CO2, pero será difícil con minibombas. Salvo que elijamos las más potentes especiales para carretera, no podremos superar los 5 bares de presión en los neumáticos y, si no llevamos bombonas de CO2, tendremos que completar el inflado en la gasolinera más cercana. Recordad llevar siempre un adaptador para válvula presta.

Podéis ver más consejos sobre inflado en estos vídeos de nuestro Canal de Youtube:

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Más información en otros artículos y vídeos relacionados:

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