Manillares de bicicleta de carretera

Un manillar para bicicleta para carretera tiene unas líneas perfectamente estudiadas para que el ciclista pueda adoptar diferentes posturas durante la marcha, cambiantes, en determinadas circunstancias.

Este tipo de manillares ofrece diferentes posiciones, bastante aerodinámicas y enfocadas al rendimiento. Dependiendo de las formas de estos manillares, podemos llegar a conseguir estas buenas prestaciones con posiciones bastante cómodas, que nos permitan rodar durante largas jornadas pedaleando.

También recibe la denominación de manillar el conjunto conocido como manillar integrado de carretera, en el que la potencia y el manillar forman un mismo componente. Esto tiene un gran número de ventajas, pero no está exento de algún inconveniente para algunos ciclistas.

• Anchura: muy diferentes, obviamente, a los de los manillares de MTB. Los manillares para ruta tienen anchos de 36 a 46 cm habitualmente.

• Material de construcción y peso: el peso siempre es un factor importante y muy relevante para una mayoría de ciclistas. El manillar de carbono para carretera suele ser el más ligero. También hay manillares de carretera en aluminio suficientemente livianos. Por esta razón, además de por su precio más ajustado, es la elección de una gran parte de ciclistas y el que equipan muchas bicicletas de serie.

• Forma de los tubos: el manillar curvo de carretera es uno de los elementos que más rápidamente nos hacen entender que estamos frente a una bici de ruta. Los tubos suelen ser redondos, aunque muchos manillares tienen formas aplanadas en la parte superior para ofrecer un agarre más cómodo para las manos en esa posición.

• Flare: este parámetro es propio de las bicicletas de gravel, aunque también empiezan a verse manillares con esta apertura, que hace más ancho el manillar en las zonas bajas del agarre, principalmente en bicicletas de gran fondo y allroad. Al circular con frecuencia por zonas no asfaltadas y técnicas, las bicicletas de gravel requieren un mayor control y por eso sus manillares incluyen este flare. Esta variable se mide en grados, informándonos sobre la inclinación hacia el exterior, en los extremos del manillar. De esta forma, obtenemos un agarre mejorado en zonas complicadas. Los manillares en bicis totalmente de carretera con flare, usan las medidas menos radicales de apertura, pero también les aportan ciertas ventajas.

• Alcance o reach: esta medida hace referencia a la profundidad del manillar, o sea su avance desde la zona horizontal del propio manillar hasta el extremo curvo más adelantado y alejado del ciclista.

• Elevación o rise: algunos manillares hacen que la posición del agarre sea más cómoda y elevada, gracias a un pequeño desplazamiento hacia arriba a los lados de la potencia. El Specialized Hover Expert Alloy +15 es un buen ejemplo con una elevación de 1,5 cm.

• Backsweep: los manillares con esta forma tienen girado los extremos hacia el ciclista, acercándolo un poco a él. Esto permite una comodidad mejorada.

• Diámetro de los tubos: es vital conocer el diámetro del manillar, sobre todo en la zona en el que lo une a la potencia, que deberá hacerlos compatibles. En las bicicletas modernas esta medida suele ser un diámetro de 31,8 mm.

• Altura, drop o caída: es la medida que se corresponde con la parte más alta y baja del agarre del manillar, en su zona curvada. Un drop más bajo suele proporcionar mayor comodidad, al aproximar la parte más baja al ciclista 

El manillar más clásico es utilizado en algunas bicicletas, sobre todo en las generaciones de bicicletas más antiguas. Normalmente, será de tubos redondos y con una caída profunda, priorizando el rendimiento y un buen control.

Los manillares más clásicos de carretera estaban construidos en acero, por su robustez y durabilidad. Actualmente, es más frecuente encontrarlos fabricados en aluminio, más ligero que el acero y en carbono, la opción de más alta gama que reúne una ligereza y rigidez mejoradas.

El manillar compacto es una evolución de los manillares más deportivos, resultando más cómodo al tener un menor alcance y caída, datos que propician una postura más confortable y ergonómica al ciclista.

El manillar utilizado en triatlón y en pruebas contrarreloj es fácilmente reconocible. Su diseño es totalmente diferente al manillar de carretera tradicional y su prioridad absoluta es reducir la resistencia contra el viento, mejorando la velocidad en llano. Incorpora extensiones que permiten al ciclista adoptar una postura baja y muy aero. Se fabrican en aluminio y, sobre todo, en carbono, que permite trabajar mejor las formas ergonómicas requeridas.

Un buen ejemplar de manillar de este tipo es el manillar Progress Triathlon PG-241 Aerobar Carbon.

Una opción para conseguir una postura relativamente cercana a la de estos manillares, con un manillar de carretera, es el empleo de extensiones como las Xlc TRI HB-T04.

La necesidad de un mayor control, con las condiciones típicas que encaramos con una bicicleta de gravel, ha hecho que aparezcan manillares específicos para la modalidad. Se distinguen, ante todo, por tener un flare más pronunciado, mayor, que hace que la anchura real efectiva en su parte inferior se incremente. Normalmente, también suele ser un poco más anchos en su parte superior.

Curiosamente, estas bicicletas para gravel han provocado que las características propias de estos manillares de gravel sean adoptadas por otras bicicletas, como las utilizadas en largas jornadas ciclistas, de gran fondo y allroad.

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